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Crema de nitroglicerina para la fisura

Las fisuras anales suelen producirse por el traumatismo que supone la evacuación de heces grandes y duras. Este traumatismo provoca una división (es decir, una fisura) del ano. El esfínter entra en espasmo, lo que dificulta el flujo sanguíneo a la herida, provocando un retraso en la cicatrización o la no cicatrización.

Las fisuras anales suelen ser muy dolorosas. Los pacientes lo describen como un dolor agudo, sobre todo al defecar. La descripción típica del dolor es «como si salieran hojas de afeitar o fragmentos de vidrio por el ano».

A menudo, lo único que se necesita es una anamnesis cuidadosa, seguida de una inspección cuidadosa del ano con buena iluminación y un ojo experimentado. Si se hace el diagnóstico, generalmente no se realiza un tacto rectal porque es exquisitamente doloroso y no se tolera bien. Más adelante puede recomendarse una colonoscopia para excluir cualquier causa siniestra.

Los analgésicos regulares ayudarán a aliviar las molestias, y los suplementos de fibra y los laxantes mantienen las heces blandas para minimizar un mayor traumatismo en el ano. Los baños calientes ayudan a relajar el esfínter anal, que suele entrar en espasmo, provocando un aumento del dolor y una reducción del flujo sanguíneo que impide la curación.

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El problema es común en los niños menores de un año, y afecta a unos ocho de cada diez bebés. La susceptibilidad de una persona a las fisuras anales tiende a disminuir con la edad. Las causas más comunes en los adultos son el estreñimiento y los traumatismos en el ano (como un parto difícil).

Alrededor de la mitad de los casos se curan por sí solos con los cuidados adecuados y evitando el estreñimiento. Sin embargo, la curación puede ser un problema si la presión de las deposiciones reabre constantemente la fisura. Las opciones de tratamiento incluyen la cirugía.

El ano permite la continencia intestinal, es decir, el control voluntario del paso de los movimientos intestinales. Los desechos son transportados a lo largo del intestino grueso mediante ondas de contracción muscular (peristaltismo). Una vez eliminado el exceso de agua, los desechos se almacenan temporalmente en el recto. El recto se une al ano, que es un tubo corto que contiene un anillo muscular (esfínter) que puede abrirse a voluntad para permitir la expulsión de las heces (caca). El revestimiento membranoso del ano se llama mucosa anal. Una fisura anal es un desgarro de la mucosa anal.         Causas de la fisura anal

Cómo curar las fisuras de forma permanente

La mayoría de las fisuras anales se curan con tratamiento casero al cabo de unos días o semanas. Se denominan fisuras anales de corta duración (agudas). Si tiene una fisura anal que no se ha curado después de 8 a 12 semanas, se considera una fisura de larga duración (crónica). Una fisura crónica puede necesitar tratamiento médico.

Muchos expertos creen que la tensión adicional en los dos anillos musculares (esfínteres) que controlan el ano puede ser una de las causas de las fisuras. El esfínter anal externo está bajo su control consciente. Pero el esfínter interno no lo está. Este músculo está bajo presión, o tensión, todo el tiempo. Si la presión aumenta demasiado, puede provocar un espasmo y reducir el flujo sanguíneo hacia el ano, lo que provoca una fisura. Esta presión también puede impedir que la fisura se cure.

Durante el examen, el médico también puede averiguar si otra condición puede estar causando la fisura. Tener varias fisuras o tener una o más en una zona del ano en la que normalmente no se producen fisuras puede ser un signo de un problema más grave, como una enfermedad intestinal inflamatoria o un sistema inmunitario debilitado.

Etapas de la curación de la fisura

Una fisura anal es un pequeño desgarro o úlcera (llaga abierta) en la piel del interior del ano (trasero). Provoca un fuerte dolor y, a veces, sangrado al defecar. Las fisuras anales suelen desaparecer por sí solas con algunas medidas sencillas de autoayuda. Pero si no lo hacen, hay varios tratamientos que pueden ayudar.

Las fisuras anales se desarrollan en la piel que recubre el conducto posterior, justo dentro del ano (el canal anal). Suelen desarrollarse hacia la parte posterior del ano, pero a veces puede aparecer una en la parte delantera o incluso las dos juntas. Si la causa de las fisuras anales es una enfermedad -por ejemplo, la enfermedad de Crohn-, pueden aparecer en cualquier parte del ano.

Las fisuras anales son frecuentes. Se cree que una de cada 10 personas sufre una en algún momento de su vida. Cualquiera puede tener una fisura anal, incluso los niños, pero es más frecuente en personas de entre 15 y 40 años.

En la mayoría de las personas que desarrollan una fisura anal, no hay ninguna razón obvia para ello. Esto se denomina fisura anal primaria. A menudo se piensa que es el resultado de una defecación dura o dolorosa que daña el canal anal. Esto puede hacer que los músculos que rodean el ano (los músculos del esfínter interno) sufran espasmos y se tensen, lo que aumenta la probabilidad de que se produzca un desgarro. También reduce el suministro de sangre a la zona, lo que dificulta la curación de cualquier desgarro.