Drenaje de hematoma subdural cuidados de enfermeria

Signos y síntomas del hematoma subdural

Antecedentes: El hematoma subdural crónico (HSC) es una de las enfermedades neuroquirúrgicas más comunes, mientras que el drenaje de la cavidad es el tratamiento quirúrgico más utilizado. Existen pruebas sólidas de que la colocación de un drenaje subdural (SDD) reduce las tasas de recurrencia. Sin embargo, se ha demostrado que la inserción de un drenaje subperióstico (DSP) conlleva tasas de recurrencia similares y menos complicaciones que el DSP. El objetivo de este estudio es realizar una revisión sistemática de la literatura y llevar a cabo un meta-análisis de los estudios que comparan el DSP con el DDS tras el drenaje de la cSDH.

Métodos: Se realizaron búsquedas en las bases de datos Pubmed y Embase utilizando una estrategia de búsqueda sistemática para identificar estudios sobre la localización del drenaje hasta diciembre de 2019. Dos investigadores independientes evaluaron los estudios para su inclusión y calidad. La medida de resultado primaria fue la recurrencia, mientras que las medidas de resultado secundarias fueron la mala colocación del drenaje, la morbilidad, la mortalidad y el resultado clínico. Además de los ensayos controlados aleatorios (ECA), se incluyeron estudios de cohortes prospectivos no aleatorios, así como estudios de cohortes retrospectivos. Se utilizó un modelo de efectos fijos si existía una baja heterogeneidad (I2 < 50%), de lo contrario se utilizó un modelo de efectos aleatorios.

Plan de cuidados de enfermería para el hematoma

Un hematoma subdural (HDS) se caracteriza por la acumulación venosa en la superficie del cerebro causada por la rotura de una vena debido a una lesión traumática o no traumática. El hematoma subdural se desarrolla cuando la sangre se filtra entre las capas dura y aracnoidea.

El término «síndrome del bebé sacudido» se utiliza ampliamente para referirse al SDH causado por una lesión intencionada. Se caracteriza por movimientos cerebrales repetidos, intensos y de ida y vuelta, que provocan la ruptura de las venas frágiles. Si el SDH no se controla, puede poner en peligro la vida.

Diagnóstico de enfermería: Confusión aguda relacionada con la presión intracraneal elevada y la hemorragia secundaria al hematoma subdural, evidenciada por cambios neurosensoriales, desorientación, deterioro de la memoria y dificultad de concentración.

Diagnóstico de enfermería: Conocimiento deficiente relacionado con la inexperiencia con el traumatismo craneoencefálico y sus complicaciones secundarias al hematoma subdural, como se evidencia por el incumplimiento del régimen de tratamiento, las frecuentes solicitudes de información sobre la medicación, los signos y los síntomas, y la declaración de conceptos erróneos.

Manejo de enfermería del hematoma subdural ppt

Hace 8 añosRuby Jacobs, de 84 años, llega al servicio de urgencias con un dolor de cabeza que, según dice, ha empeorado durante la última semana a pesar de tomar paracetamol. Sus antecedentes médicos incluyen fibrilación auricular tratada con metoprolol 50 mg b.i.d. y warfarina 5 mg diarios. Responde a la voz pero se orienta sólo al nombre. Tiene dificultad para hablar y para encontrar las palabras adecuadas. Dice sentirse «mareada y cansada». Su hija afirma que su madre tuvo un «desmayo» hace varias semanas y que en los últimos días se ha vuelto confusa y aletargada.

minuto. La presión arterial (PA) es de 116/54 mm Hg; su PA de pie, 102/50 mm Hg. Los resultados de laboratorio de la Sra. Jacobs están dentro de los rangos normales, excepto por su Índice Internacional Normalizado (INR) de 2,5, que es terapéutico para la anticoagulación. Dados sus síntomas de ingreso y su estado neurológico alterado, el médico solicita una tomografía computarizada (TC) sin contraste de la cabeza, que muestra un hematoma subdural agudo-crónico del lado derecho con un desplazamiento de 2 mm en la línea media. La Sra. Jacobs es trasladada al centro de traumatología local para el tratamiento definitivo de su hemorragia craneal.

Plan de cuidados de enfermería para el hematoma subdural

Los hematomas subdurales agudos suelen producirse por un traumatismo craneal. En los casos que necesitan tratamiento inmediato, los pacientes serán sometidos a una cirugía tradicional en la que se retira una parte del cráneo, se abre la cubierta más externa del cerebro (la duramadre) y se evacua el hematoma subdural agudo.

Sin embargo, la mayoría de los casos no requieren tratamiento. En su lugar, los pacientes son ingresados en el hospital, donde un equipo de atención multidisciplinar observará el hematoma para asegurarse de que no empeora con el tiempo y de que el paciente puede volver a ponerse en pie. Este tipo de hematoma subdural suele desaparecer por sí solo en unas pocas semanas.

Un hematoma subdural crónico (no agudo) es un problema frecuente, sobre todo en adultos mayores. A menudo se forma debido a un hematoma subdural agudo que no desaparece. En lugar de descomponerse, la sangre formará membranas y pequeños vasos sanguíneos dentro de las membranas que atraen el agua y rezuman. Esto hace que la sangre se expanda y forme una sustancia similar a la gelatina que no se resuelve por sí sola.