
La gota es, quizás, una de las enfermedades más «librescas». Cualquiera que sea la novela clásica que tomes, seguramente habrá un tío anciano que sufrirá esta dolencia y será terriblemente atormentado por el clima húmedo. Por desgracia, no solo se encuentra en los libros: según las estadísticas, en Rusia el 0,3% de la población sufre esta forma más común de artritis inflamatoria: ¡casi medio millón de personas!
Enfermedad de los aristócratas
La gota se conoce desde la antigüedad. Hipócrates describió sus síntomas en el año 400 a. C. y la primera descripción verdaderamente precisa de la enfermedad apareció en el siglo XVII. En ese momento, la gota se llamaba la enfermedad de los reyes o la enfermedad de los aristócratas: se creía que se desarrollaba en quienes beben mucho vino, comen mucha carne y, en general, tienen sobrepeso.
Curiosamente, en cierto sentido, los médicos medievales tenían razón: la gota es mucho más común en los países desarrollados que en los países en desarrollo, y una dieta en la que hay demasiada carne y alcohol es uno de los principales factores de riesgo.
¿Por qué aparece la gota?
Con la gota, los cristales de urato, sales de ácido úrico, se depositan alrededor y dentro de las articulaciones. Debido a esto, la articulación pierde su movilidad, se inflama, se deforma, puede comenzar la formación del llamado tofus, una compactación no saludable del tejido subcutáneo. Si se inicia la enfermedad, estos tofuses pueden penetrar en otros órganos: por ejemplo, en los riñones, provocando la formación de cálculos e incluso en las válvulas cardíacas.
La principal causa de la gota son los trastornos metabólicos. La predisposición genética, la ingesta de ciertos medicamentos y las enfermedades pasadas pueden aumentar la probabilidad de contraer una enfermedad, pero la razón principal es comer en exceso y el abuso del alcohol. Cuanto mayor sea la concentración de ácido úrico en el cuerpo, es más probable que se desarrolle gota. Pescado, carne y productos cárnicos, alimentos con alto contenido de fructosa, alcohol: todas estas golosinas aumentan los niveles de ácido úrico. Cuanto más los comemos, mayor es el riesgo de gota.
¿Qué enfermedades aumentan el riesgo?
Como se mencionó anteriormente, algunas enfermedades también pueden aumentar el nivel de ácido úrico en el cuerpo y, en consecuencia, provocar el desarrollo de gota. Si está enfermo o tiene estas enfermedades, debe tener especial cuidado con su dieta y controlar regularmente sus niveles de ácido úrico:
- Diabetes;
- Hipertensión;
- Enfermedades cardíacas;
- Obesidad;
- Cirugía plástica aplazada (liposucción y corrección mamaria).
También se encuentran en un grupo de mayor riesgo las personas que a menudo toman diuréticos sin supervisión médica.
¿Cómo reconocer la gota?
El síntoma más temprano de la gota es un dolor intenso en el dedo gordo del pie. Como regla general, el dedo pierde su movilidad, se hincha y se enrojece mucho. Los ataques suelen ocurrir por la noche, duran de tres a siete días, mientras que la temperatura corporal puede aumentar, los pacientes sienten escalofríos. Si la enfermedad no se trata en esta etapa, la gota puede extenderse posteriormente a los dedos, las rodillas, las muñecas y los codos.
¿Cómo se trata la gota?
Desafortunadamente, es imposible curar completamente la gota. Pero la medicina moderna ha aprendido a prevenir el desarrollo y detener el dolor. Como regla general, se usan analgésicos y medicamentos antiinflamatorios, se prescribe fisioterapia.
Lo más importante en el tratamiento de la gota sigue siendo la dieta: se aconseja a los pacientes que excluyan de la dieta las carnes rojas, el alcohol, los despojos, los champiñones y las legumbres. Si ha comenzado la formación de tofuses («protuberancias» subcutáneas), pueden eliminarse mediante cirugía.
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