Oskorri i Albert Pla Euskal Herrian euskaraz
En matemáticas, el cero es un número par. Es decir, su paridad -la cualidad de un número entero de ser par o impar- es par. Esto se puede comprobar fácilmente a partir de la definición de «par»: es un múltiplo entero de 2, concretamente 0 × 2. Como resultado, el cero comparte todas las propiedades que caracterizan a los números pares: por ejemplo, el 0 es vecino a ambos lados de los números impares, cualquier entero decimal tiene la misma paridad que su último dígito -así, como 10 es par, 0 será par- y si y es par entonces y + x tiene la misma paridad que x -y 0 + x siempre tienen la misma paridad.
El cero también encaja en los patrones formados por otros números pares. Las reglas de paridad de la aritmética, como par – par = par, requieren que el 0 sea par. El cero es el elemento aditivo de identidad del grupo de los enteros pares, y es el caso de partida a partir del cual se definen recursivamente otros números naturales pares. Las aplicaciones de esta recursión, desde la teoría de grafos hasta la geometría computacional, dependen de que el cero sea par. El 0 no sólo es divisible por 2, sino que es divisible por cada potencia de 2, lo que es relevante para el sistema numérico binario utilizado por los ordenadores. En este sentido, el 0 es el número «más par» de todos[1].
Arbetloser Marsch
Durante la segunda jornada del debate de investidura en España, que ha finalizado sin que Sánchez haya sido investido, el líder del PSOE ha defendido el acuerdo alcanzado con Ciutadans Unionista y se ha dirigido a ambos bandos, el conservador Partido Popular (PP) y la izquierda alternativa de Podemos, para que se sumen a la alianza y formen un nuevo gobierno lo antes posible. Sin embargo, ambos partidos subrayaron su oposición al acuerdo e insistieron en su «no» a la investidura de Sánchez.
Respecto a la propuesta de Podemos de celebrar un referéndum en Cataluña como condición sine qua non para apoyar la investidura de Sánchez, el líder del PSOE afirmó que «nunca» aceptará un referéndum de autodeterminación, ni en Cataluña ni en ningún otro lugar. Según Sánchez esta sería «la peor forma de romper España y la soberanía nacional» y aseguró que «no pierde la esperanza» de que Cataluña siga dentro de España «con otro marco relacional».
El presidente catalán, Carles Puigdemont, comentó el debate de investidura en España. Según él, el fracaso de Sánchez, al no conseguir los votos suficientes para ser investido en la primera vuelta, demuestra que no hay más alternativa para Cataluña que impulsar la independencia. Así, confirma «el camino elegido por el pueblo» en las elecciones catalanas del 27-S.
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Sin embargo, tras seis meses de gobierno de Biden, el gobierno de Estados Unidos sigue expulsando a familias y adultos a países donde se enfrentan a graves daños y persecución, violando sus derechos y no salvaguardando la salud pública. El gobierno de Biden también sigue llevando a cabo caóticas expulsiones en la frontera que perpetúan la separación de familias y traumatizan aún más a una población ya vulnerable.
Los entrevistados informaron de que los funcionarios estadounidenses rechazaron todos sus intentos de solicitar asilo en Estados Unidos. Además, todos los solicitantes de asilo entrevistados describieron un trato gratuitamente cruel e inhumano a manos del gobierno estadounidense, que incluía malos tratos físicos y verbales por parte de los funcionarios estadounidenses, condiciones de detención inhumanas, engaño activo sobre su expulsión y el paradero de sus familiares, y retornos inseguros que ponían a las personas en mayor riesgo de sufrir daños.
«Les rogué una y otra vez que no me separaran de mi familia. Pensé que no nos separarían porque Biden dijo que no separaría a las familias, pero me separaron de mi pareja y de mi hijo». Hombre de 32 años de El Salvador
VIKI MILJKOVIC – COCA COLA MARLBORO
Además, las encuestas y los resultados de las elecciones durante la crisis señalaron una situación de alineación partidista, con los dos partidos mayoritarios, el PSOE de centro-izquierda y el PP conservador, perdiendo apoyo desde el empeoramiento de los indicadores económicos (Torcal, Referencia Torcal2014b; Cordero y Montero, Referencia Cordero y Montero2015). La opinión pública española ha rechazado tanto al partido en el poder como a los principales partidos de la oposición, independientemente de si era el PSOE o el PP el que gobernaba. En primer lugar, se responsabilizó al entonces titular del PSOE de los malos resultados económicos entre 2008 y 2011, pero el PP sufrió muy pronto el descontento de los votantes tras entrar en el gobierno en 2011. Sin embargo, los ciudadanos no se reconciliaron con el PSOE después de que perdiera el poder o mientras estaba en la oposición en el periodo 2011-15. Por lo tanto, tanto los partidos mayoritarios en el poder como los de la oposición han sufrido la insatisfacción de los ciudadanos.Nota al pie
Además, poco después de la aplicación de los primeros paquetes de políticas de austeridad, surgió una movilización muy extendida en la primavera de 2011: el 15-M o movimiento de los indignados. Los indignados argumentaban que las élites políticas y los partidos mayoritarios no representaban al «pueblo». Una de sus principales reivindicaciones era una profunda reforma política que concediera un mayor papel a los ciudadanos individuales en el proceso de toma de decisiones (Font et al., Referencia Font, Wojcieszak y Navarro2012). El sistema de partidos español sufrió una importante transformación en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, en las elecciones locales y autonómicas de 2015 (Rodón y Hierro, Referencia Rodón y Hierro2016) y, finalmente, en las elecciones generales de 2015 (Orriols y Cordero, Referencia Orriols y Rico2016) y 2016. Los dos principales beneficiarios de la crisis económica y política han sido dos nuevos partidos de ámbito nacional: Podemos y Ciudadanos. Ambos critican duramente a la corriente principal del PP y del PSOE, se presentan como duros detractores de la corrupción política que ha afectado a los gobiernos del PP y, en menor medida, del PSOE, y defienden la «democratización» de los procedimientos internos de los partidos, favoreciendo las primarias para seleccionar a los candidatos de los partidos.