Quistes endometriósicos o de chocolate

Quiste endometriósico

ResumenEn el tratamiento clínico del quiste endometriósico, es necesario abordar adecuadamente tres trastornos clínicos principales: el dolor, la infertilidad y la transformación maligna. Los síntomas difieren según la edad de la paciente y su etapa vital, y deben tratarse de forma individual. En esta revisión se analiza el papel del tratamiento médico con los regímenes farmacológicos actualmente disponibles, así como las intervenciones quirúrgicas para el quiste endometriósico en función de cada síntoma. El cáncer de ovario asociado a la endometriosis es una cuestión importante en el tratamiento de la endometriosis en mujeres relativamente mayores, aunque todavía no está ampliamente reconocido. También se discute la necesidad de un manejo estándar de estas pacientes.

Diagnóstico del quiste endometriósicoLas modalidades de imagen más útiles para el diagnóstico del quiste endometriósico son la ultrasonografía (US) y la resonancia magnética.Examen exploratorioAunque puede obtenerse abundante información de los análisis de imagen, no debe pasarse por alto la importancia de un examen físico, especialmente un examen interno. Con la ayuda de la ecografía transvaginal, un examen interno cuidadoso por parte del médico experimentado puede identificar el lugar que causa el dolor pélvico y estimar la presencia o ausencia de adherencias. La mejoría de la sensibilidad pélvica detectada por la exploración es tan informativa como la detectada por el análisis de imágenes.La ecografía se utiliza principalmente en las clínicas ambulatorias para la detección de una masa anexial, tras un examen exploratorio. Típicamente, un quiste endometriósico ovárico se presenta con un aspecto difuso, poco ecogénico, con focos hiperecoicos ocasionales en la pared de quistes uniloculares o multiloculares de 3 a 6 cm de diámetro [3, 4] (Fig. 2).Fig. 2Imágenes típicas de un quiste endometriósico. a Ultrasonografía (US), mostrando un quiste unilocular con un eco difuso y de bajo nivel en su interior. b-d En la resonancia magnética, el contenido del quiste muestra alta intensidad tanto en las imágenes ponderadas en T1 como en T2, reflejando el elemento sanguíneoImagen a tamaño completo

El quiste endometrial es peligroso

Los endometriomas ováricos son muy frecuentes y pueden estar presentes hasta en un 30-40% de las mujeres con endometriosis. Los endometriomas son quistes grandes y llenos de líquido que se forman en los ovarios, e incluso pueden encapsularlos.

La menstruación retrógrada es una de las posibles causas de la formación de endometriomas ováricos. Según esta teoría, en los casos de endometriosis, las mujeres tienen un mayor índice de retroceso menstrual. Esto hace que la sangre se acumule en los ovarios, lo que finalmente conduce a la formación de un endometrioma.

Estas masas quísticas de gran tamaño están formadas por restos menstruales, incluidos fragmentos de tejido endometrial, sangre espesa y enzimas inflamatorias. Estos denominados «quistes de chocolate», llamados así por el aspecto de la sangre «vieja» que contienen, pueden romperse de forma aguda. Esto puede hacer que su contenido se derrame y se adhiera a las paredes de los órganos cercanos dentro de la cavidad abdominal.

Esta imagen muestra un endometrioma ovárico típico, con sangre vieja y restos que dan al quiste su aspecto «de chocolate». Como se puede ver en la esquina inferior izquierda, este endometrioma ha crecido lo suficiente como para tener una fuga, que a menudo se derrama y se adhiere a la pared y a los órganos de las cavidades abdominal y pélvica.

¿Puede el quiste de chocolate reducirse?

Condición médicaEndometriosis de ovarioUrsonografía transvaginal que muestra un endometrioma de 67 x 40 mm que se distingue de otros tipos de quistes ováricos por un contenido algo granulado y no completamente anecoico.EspecialidadGinecología

El endometrioma es la presencia de tejido endometrial en el ovario y, a veces, sobre él. Es la forma más común de endometriosis[1] El endometrioma se encuentra en el 17-44% de las pacientes con endometriosis[2] En términos más generales, la endometriosis es la presencia de tejido endometrial localizado fuera del útero. La presencia de endometriosis puede dar lugar a la formación de tejido cicatricial, adherencias y una reacción inflamatoria. Suele tratarse de un crecimiento benigno. El endometrioma se encuentra con mayor frecuencia en el ovario[3]. Esta endometriosis ovárica forma quistes oscuros llenos de líquido[4]. Estos sacos llenos de líquido pueden variar mucho en tamaño y se conocen como endometriomas, también llamados «quistes de chocolate». El líquido del interior de los quistes es sangre espesa, oscura y antigua, lo que le da un aspecto de chocolate. También puede desarrollarse en el fondo de saco (el espacio detrás del útero), en la superficie del útero y entre la vagina y el recto[5].

Endometrioma vs quiste ovárico

En la endometriosis, los trozos de revestimiento uterino (endometrio) -o un tejido similar al endometrio- crecen fuera del útero en otros órganos pélvicos. Fuera del útero, el tejido se engrosa y sangra, al igual que el tejido endometrial típico durante los ciclos menstruales.

La endometriosis es un trastorno, a menudo doloroso, en el que un tejido similar al que normalmente recubre el interior del útero -el endometrio- crece fuera del mismo. La endometriosis suele afectar a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. En raras ocasiones, puede encontrarse tejido similar al endometrio más allá de la zona donde se encuentran los órganos pélvicos.

En la endometriosis, el tejido similar al endometrio actúa como lo haría el tejido endometrial: se engrosa, se descompone y sangra con cada ciclo menstrual. Pero como este tejido no tiene forma de salir del cuerpo, queda atrapado. Cuando la endometriosis afecta a los ovarios, pueden formarse quistes llamados endometriomas. El tejido circundante puede irritarse y acabar desarrollando tejido cicatricial y adherencias, es decir, bandas de tejido fibroso que pueden hacer que los tejidos y órganos pélvicos se peguen entre sí.