Volver a aprender a caminar después de una operación
Estimado doctor: ¿Por qué es tan difícil volver a aprender a caminar? Nuestro padre ha sufrido recientemente un derrame cerebral, y volver a caminar ha sido una larga lucha. Es como si su cuerpo no recordara qué hacer. ¿Qué pasará con la fisioterapia que ha empezado a hacer? Va lento y está frustrado.
Querido lector: Una vez que la emoción que acompaña a nuestros primeros pasos de bebé se apaga, rápidamente damos por sentada la capacidad de caminar. Es una parte aceptada y esperada del desarrollo humano y, sin embargo, es una hazaña extraordinaria.
Caminar es básicamente una serie de pequeñas caídas controladas. Cada una de ellas no sólo requiere una compleja combinación de fuerza, equilibrio y coordinación para completarla con éxito, sino que también existe el reto añadido de encadenar una serie de pasos en una marcha suave y eficiente. Eso significa empujar con una pierna, alcanzar desde la cadera con la otra, extender y luego doblar las rodillas, flexionar los tobillos y controlar el impulso de la caída haciendo rodar el pie. Todo esto está controlado por varios centros nerviosos, que mantienen en constante sincronización los cientos de partes móviles implicadas. Si a esto se le añade la constante conciencia espacial necesaria para mantenerse erguido y navegar por un terreno siempre cambiante, no es de extrañar que volver a aprender a caminar pueda tener una curva de aprendizaje muy pronunciada.
Aprender a caminar de nuevo después de la covida
La dificultad para caminar es muy común tras una lesión medular (LME). Las personas con una LME «incompleta» tienen más posibilidades de recuperar la marcha que las que tienen una LME «completa», pero las personas con ambos tipos de LME pueden tener incluido el entrenamiento de la marcha en sus planes terapéuticos.
El entrenamiento de la marcha consiste en practicar la marcha (también llamada deambulación) con dispositivos de asistencia (véase la descripción en la página 2), aparatos ortopédicos y otros tipos de apoyo según sea necesario. Los profesionales sanitarios utilizan las siguientes categorías para describir el tipo de marcha que se puede realizar:
Una lesión de la médula espinal daña las células nerviosas y puede impedir las señales de movimiento del cerebro a los músculos. También puede interrumpir las señales que sí llegan a los músculos, haciendo que éstos «salten» por sí solos. Por lo tanto, una lesión medular puede crear debilidad y espasticidad en los pies, las piernas, las caderas y el tronco, así como en las manos y los brazos. La lesión también puede dañar e interrumpir las señales nerviosas de la sensibilidad (sensación), de modo que algunas partes del cuerpo carecen de sensación o tienen sensaciones anormales, como ardor u hormigueo. Cada uno de estos problemas puede provocar dificultades para caminar.
Volver a aprender a caminar tras una operación de fusión espinal
Dado que una lesión neurológica adquirida (como un ictus) afecta tanto a la función sensorial como a la motora, la marcha puede verse gravemente afectada. Los cambios sensoriales, la debilidad y la espasticidad afectan a las estrategias de movimiento, que alteran la capacidad de una persona para responder con éxito a las pérdidas de equilibrio. Un ictus afecta a la cantidad y la frecuencia con la que una persona camina y también afecta a la adaptabilidad de la marcha -la capacidad de adaptarse a diferentes condiciones durante la deambulación- así como a la resistencia. El entrenamiento de la marcha suele comenzar lo antes posible después de un ictus, utilizando técnicas manuales, entrenamiento de tareas específicas, fortalecimiento y, cuando están disponibles, entrenamiento en cinta rodante con ayuda del peso corporal y dispositivos robóticos.
Una estrategia de movimiento o sinergia es un patrón de movimiento flexible y repetible al que el sistema nervioso central puede acceder rápida y automáticamente. Las estrategias de movimiento nos permiten almacenar y reutilizar patrones de movimiento que han tenido éxito en el pasado. Las estrategias son patrones de movimiento eficientes y automáticos que evolucionan con el tiempo. Cada vez que hay una amenaza de pérdida de equilibrio, el sistema nervioso recurre a estas estrategias de movimiento preprogramadas para garantizar el mantenimiento del equilibrio.Las estrategias de movimiento utilizadas por el sistema nervioso para responder a las perturbaciones disminuyen después de un accidente cerebrovascular.
¿Cuánto tiempo se tarda en aprender a caminar de nuevo?
ResumenAproximadamente dos tercios de los pacientes que han sufrido un ictus sufren inicialmente un deterioro de la movilidad. Las vías clínicas para la rehabilitación de la marcha después del accidente cerebrovascular se basan en una búsqueda sistemática de estudios clínicos aleatorios y revisiones con las siguientes variables de resultado clínicamente relevantes: capacidad de caminar, equilibrio, velocidad de la marcha y resistencia a la marcha. Para cada una de estas variables de resultado, se formularon recomendaciones basadas en la evidencia por separado para las etapas subaguda y crónica después del accidente cerebrovascular. Las recomendaciones se comparan con las de otras cuatro directrices europeas y norteamericanas. Esta visión general también ayuda a identificar las reglas elementales para la rehabilitación de la marcha. Estas reglas deberían tenerse en cuenta a la hora de establecer programas regionales de rehabilitación y vías clínicas en diferentes países.Palabras clave
En los pacientes ambulatorios y en los que necesitan un poco de ayuda para caminar después de un accidente cerebrovascular, todas las directrices abogan por un entrenamiento de la marcha intensivo, progresivo y relacionado con las tareas, con el fin de mejorar aún más la capacidad de caminar. Se recomiendan la marcha sobre el suelo y la terapia adicional basada en la cinta de correr. Las terapias basadas en la cinta rodante tienen diferentes ventajas: a) pueden ser especialmente útiles para los pacientes más gravemente afectados y b) apoyan el entrenamiento de aspectos específicos de la marcha, la velocidad de la marcha y la distancia caminada (párrafos 7 y 8).