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Rachel Gurevich es una defensora de la fertilidad, autora y galardonada con el premio Hope Award for Achievement, de Resolve: La Asociación Nacional de Infertilidad. Es miembro profesional de la Association of Health Care Journalists y escribe sobre la salud de la mujer desde 2001. Rachel utiliza sus propias experiencias con la infertilidad para escribir artículos compasivos, prácticos y de apoyo.
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La doctora Andrea Chisolm es una ginecóloga y obstetra certificada que ha enseñado en la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts y en la Facultad de Medicina de Harvard. Tiene más de 20 años de experiencia clínica y actualmente ejerce en Cody Regional Health en Cody, Wyoming.
Lo ideal es que, si quieres quedarte embarazada, tengas relaciones sexuales antes de ovular. Si antes estabas confundida sobre esto -y pensabas que el sexo tiene que venir después de la ovulación- no estás sola. Muchas personas no se dan cuenta de que el mejor momento para tener relaciones sexuales para quedarse embarazada es antes, no después, de la ovulación.
Cómo apoyar la implantación
Investigadores anteriores han señalado que el mejor momento para concebir, o la «ventana fértil», es el marco temporal que comienza 5 días antes y el día después de la ovulación en las mujeres que intentan concebir.3 La CI después de este momento no dará lugar a un embarazo. Después de la ovulación, el ovocito es recogido por las fimbrias, que barren constantemente el ovario. Si los espermatozoides están presentes una vez que el ovocito llega a la parte ampular de la trompa, el ovocito tiene la posibilidad de ser fecundado, pero esta oportunidad sólo puede tener lugar en las 12 horas siguientes a la llegada de este gameto femenino al tracto reproductivo. Si es fecundado, el embrión tiene que atravesar su camino hasta los ostia tubáricos y ahora como blastocisto implantarse en el endometrio mediante una serie de pasos que incluyen la receptividad endometrial y la invasión del blastocisto. Cualquier interrupción en este proceso conducirá a un fallo en la implantación.
El objetivo de este estudio era determinar si la CI en el momento de la implantación y en torno a él podría impedir la receptividad endometrial, disminuyendo así las posibilidades de embarazo. Se ha demostrado que la CI, con o sin orgasmo, puede provocar contracciones uterinas.4 Sin embargo, no está claro si estas contracciones son capaces de interrumpir la implantación, desplazar un embrión implantado o posiblemente expulsar el embrión de la cavidad uterina. Además, sabemos que el líquido seminal contiene sustancias, incluidas prostaglandinas y factores de crecimiento (IL8, CXCL12, CCL2, HLA-G soluble, TGF-beta) capaces de provocar una fuerte respuesta inmunitaria materna. La exposición intrauterina puede inducir una reacción proinflamatoria que puede durar hasta 48 horas, lo que también podría interferir en la capacidad del embrión para mantenerse en su sitio.5 Debido a estas posibilidades teóricas, este grupo de investigadores decidió estudiar el efecto del coito periimplantatorio en la concepción.
Cuándo se produce la implantación
Si estás intentando quedarte embarazada, ya sea por tu cuenta o a través de la IIU/FIV, es posible que te preguntes si puedes mantener relaciones sexuales, masturbarte y llegar al orgasmo durante ese tiempo. En esta guía, compartiremos la respuesta.
Las dos semanas de espera son el momento en el que te muerdes las uñas hasta que puedes hacerte una prueba de embarazo y saber si estás embarazada o no. Si estás intentando quedarte embarazada, ya sea por tu cuenta o a través de una IIU/fecundación in vitro, es posible que te preguntes si puedes tener relaciones sexuales, masturbarte y llegar al orgasmo durante ese tiempo.
En general, no hay ninguna investigación que confirme que el orgasmo en las relaciones sexuales o la masturbación pueda afectar a la implantación del embrión durante la concepción sin FIV. El orgasmo no afecta a la ovulación ni a la fecundación y es poco probable que afecte a la implantación. Sin embargo, si se analizan las investigaciones sobre el sexo después de la FIV, se obtiene un panorama diferente.
Algunas clínicas, como Shady Grove, desaconsejan las relaciones sexuales entre cinco y siete días después de la transferencia en lo que llaman «descanso pélvico». Afirman que este reposo da al embrión un tiempo óptimo para implantarse en la pared uterina, y que «la mayoría de las pacientes de FIV pueden reanudar su actividad sexual normal una o dos semanas después de la transferencia de embriones.»
Dos semanas de espera para el alcohol
Un amplio estudio prospectivo de la Universidad de Carolina del Norte, en el que participaron un total de 564 mujeres con 1.332 ciclos completos, descubrió que mantener relaciones sexuales entre cinco y nueve días después de la ovulación o entre tres y nueve días antes del final del ciclo menstrual reducía significativamente la probabilidad de quedarse embarazada. Este periodo de tiempo también se conoce como ventana de periimplantación.
En concreto, las parejas que mantenían relaciones sexuales dos o más días durante la ventana de periimplantación tenían un 40% menos de probabilidades de quedarse embarazadas en comparación con las parejas que no mantenían relaciones sexuales durante este mismo periodo.
La probabilidad de embarazo disminuía aún más con el número de días con relaciones sexuales durante la ventana periimplantatoria. En teoría, las relaciones sexuales en el momento de la implantación podrían inducir una respuesta proinflamatoria que podría interferir en la implantación del embrión.
Hay cosas sencillas que se pueden hacer para aumentar las posibilidades de implantación del embrión, como comer suficientes raciones de frutas y verduras. Las vitaminas prenatales también pueden beneficiar a las mujeres que intentan concebir. El folato, una vitamina del grupo B que suele estar presente en las vitaminas prenatales, puede ayudar a prevenir defectos de nacimiento y parece mejorar la calidad de los óvulos y las tasas de éxito de la FIV.